lunes, 11 de julio de 2016

El tarifazo de gas en Argentina

Gracias por difundir
 
LLEGÓ LA HORA DE LA DESOBEDIENCIA CIVIL CONTRA EL TARIFAZO
¡No pagues hasta que no respondan

claramente estas preguntas!

¿Por qué el gobierno le regaló a las petroleras sobreprecios del gas en boca de pozo del orden de casi 2U$/MBTU (unidad de energía) y qué significa una transferencia de 3.000 millones de dólares anuales?
¿Por qué el silencio de los organismos de control de las empresas de servicios, mientras nos impusieron un tarifazo ilegal?
Quienes integran los organismos de control, ¿tiene
n o tuvieron alguna vinculación con las empresas que deben controlar?
Los dueños de las empresas de servicio, ¿tienen alguna vinculación con quienes gobiernan?
¿Cómo se utilizaron los subsidios a las empresas?
¿Por qué se subsidia a las petroleras mientras aumentan los combustibles en Argentina y bajan en todo el mundo?
¿Cuánto cuestan realmente los servicios y cuáles son las utilidades de las empresas?
¿Por qué el Presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados de la Nación (Julio De Vido), no se puso al frente del reclamo popular contra el tarifazo?
¿Por qué es secreto el convenio con Chevrón en Vaca Muerta?
¿Por qué no se producen energías limpias si tenemos recursos privilegiados (neonimio, litio, vientos, sol y mareas marinas)?
 
Escandalosa transferencia de sobrebeneficios
a las petroleras.
La pagamos todos con el tarifazo:
 
Precio del gas boca de pozo: La madre del Borrego
Ing. José Andrés Repar
Ex Vicepresidente de ENARGAS (1997-2002)- Integrante del IESO Instituto de Energia Scalabrini Ortiz
Las tarifas de gas se componen con el valor del gas en el punto de ingreso al sistema de transporte (PIST) también comúnmente llamado valor gas boca de pozo, el transporte y el margen de distribución. Estos últimos valores los calcula el  ENARGAS por medio del procedimiento de RQT     -Revisión Quinquenal de Tarifas- que no se realizó.
El valor del gas natural boca de pozo tuvo incentivos con precios especiales para nuevas producciones (Gas Plus) y también para explotaciones no convencionales como “tight gas” y “shale gas” donde el gobierno anterior lo ubicó en un atractivo 7,5U$/MBTU. La explotación convencional  se mantuvo en un precio en dólares  y el promedio ponderado de todas las cuencas se hallaba en torno a   2,60 U$/MBTU desarrollándose sin mayores contratiempos la actividad extractiva.  Sin embargo en un  acto sin justificaciones específicas, el ministerio de Energía y Minería por resolución MEYM 28/2016 del 31/03/2016 lo llevó a 5U$/MBTU para la cuenca neuquina y a un 4,5 U$/MBTU promedio país, es decir un incremento del 73% en dólares.
En este aumento sin fundamento válido está la madre del borrego del actual tarifazo a los usuarios del servicio público de gas.  En la resolución citada  la única referencia al aumento es un párrafo de carácter genérico que dice:  “Que para promover inversiones en exploración y explotación de gas natural a fin de garantizar su abastecimiento y de emitir señales económicas claras y razonables, resulta necesario implementar un nuevo esquema de precio de gas natural en el PUNTO DE INGRESO AL SISTEMA DE TRANSPORTE (PIST), que tenga por objeto tanto la incorporación de reservas, como el aumento en la producción doméstica de gas natural, y que permita lograr que en el mediano y largo plazo dichos precios resulten de la libre interacción de la oferta y la demanda.”…
En ningún lado explicita que el valor del gas promedio país estaba por debajo de los costos de producción ni tampoco demuestra  que ese valor resulta insuficiente para el desarrollo de la actividad.  Dicho precio se hallaba ya en un 30% por encima del valor pagado en Estados Unidos de 1,9/2 U$/MBTU (Henry Hub).
Cabe razonar que a las empresas petroleras  en la Argentina se le reconoce un  precio extra sobre el precio internacional (hoy cercano a 49 U$/barril), de más del 30% en el crudo Escalante, y un 60% en el liviano Medanito. Lo cual se asumía al negociarse las fuentes de trabajos hace algunos meses que   cubría los costos de la explotación, que como se sabe integran al crudo y al gas.
En buen criollo los sobreprecios del gas boca de pozo del orden de casi 2U$/MBTU aplicado a toda la producción nacional (excluyendo no convencionales) implica un ingreso adicional a las petroleras de cerca de 3.000 millones de U$ en el año. Una transferencia  que se realiza sin ninguna contraprestación sin ningún condicionamiento de mayor exploración y/o producción. También un sobreprecio para las petroleras y que produce consecuencias nefastas para todos los usuarios del país.  
El valor del gas boca de pozo ya había subido un 40% con la devaluación. Los márgenes del transporte y la distribución a ajustar no justifican los incrementos de las tarifas producidas. Hoy se  juega con los usuarios con parches como es el límite  del 400% en los aumentos, valores que implican quintuplicar los gastos en gas y desestabilizan la economía de  los usuarios y miles de pymes. Las nuevas tarifas implican incrementos, que abarcan casi toda la actividad socioeconómica de la Argentina, que afectan a los derechos humanos más elementales por dificultar el  acceso a los alimentos básicos. Como ejemplo el alza del gas  influye  en la leche, por la pasteurización, en el pan por el horno, etc etc. También en el valor del GNC  que  está produciendo un parate en las conversiones de vehículos al  sistema tradicional económico de GNC. La tarifa eléctrica mayorista por el gas boca de pozo  sube un 20% ampliando de nuevo la franja entre  los costos y lo recaudado.
Las consecuencias que trae aparejado este aumento y la multitud de excepciones y descuentos trae enormes confusiones sobre cuál es el verdadero tarifario. Todo  conlleva a la necesidad de volver a fojas cero  anulando la resolución  28/2016 en cuestión.  La  misma así mismo es confusa  y  el valor adoptado para cada una de las  franjas de tipo de usuario posee  más signos  de improvisación que de racionalidad, en particular cuando la tendencia debiera ser unificar el precio del gas boca de pozo por cuenca para todas las franjas por igual.
El gas natural es en la Argentina un regulador del precio eléctrico (lo asiste también la generación  hidroeléctrica) y es el que puede brindar un valor  acorde a los  niveles socioeconómicos del país. El valor competitivo del gas natural boca de pozo puede relacionarse  con  antecedentes y condiciones variadas. La falta de inversión exploratoria (caso Repsol),  una realidad geológica  difícil (hay que invertir mucho en exploración convencional, cosa que las privadas no han hecho en gas), precios de importación de Bolivia y  valores estimados futuros posibles (desde la escasez a cierta abundancia). En resumen es posible establecer con el gas un valor de equilibrio adecuado (Nash) dentro de una  planificación  de una  producción sostenida y un consumo interno dinámico. Ese valor hoy no es para nada el 4,5U$/MBTU de Aranguren y sin dudas  el Ministro debería reconsiderar y anular  ese aumento del gas boca de pozo. El cambio es posible,  también  un sencillo  decreto de la presidencia puede resolver  esa  resolución.
 

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