viernes, 28 de noviembre de 2014

La queja

Acabo de darme cuenta que la queja, el quejarse, es una pérdida de tiempo. No descubrí América, lo sé, pero una cosa es haberlo oído miles de veces y otra muy distinta internalizarlo. Estuve toda la tarde armando bijou... y quejándome. Porque el collar me quedaba así, porque el collar me quedaba asá, porque me dolían las piernas y el ciático, porque seguramente los clientes iban a pedir descuento ("¿vale la pena tanto esfuerzo?"), porque en esta actividad sedentaria uno deja la salud, por el desorden en la mesa (quilombo padre) que después llevaría tantísimo tiempo acomodar, porque la radio estaba muy fuerte, por el calor, etc, etc.

El Hombre salió a hacer sus cosas. Creo que en realidad huyó. Y de repente me cayó la ficha. Si yo odio perder el tiempo... ¡todos esos minutos malgastados en quejarme, por favor! Ordené la mesa y sus alrededores en tiempo record, preparé mercadería para armar en la feria y me sobró tiempo para sentarme a escribir este posteo. El no quejarse no es algo pasivo. Vale decir, es algo que uno deja de hacer, pero el cambio obliga a estar presente, aquí y ahora. Alerta, consciente y voluntarioso.

Las piernas siguen doliendo. Sé -es más una certeza que una sensación- que si pudiese vivir de modo contínuo en el ahora, el dolor cesaría. Después de todo, la enfermedad es algo que se prolonga en el tiempo.

2 comentarios:

  1. La buena prensa." de la queja tiene que ver con "no reprimirse", no tragar, liberar aquello que uno le hace mal porque, de lo contrario, le hace peor. También se relaciona la queja con el compromiso, con defender ciertos derechos, no dejarse avasallar, etc. En ese sentido, tal vez no esté tan mal. Lo que está mal es la queja al dope. Quiero decir, la que no transforma nada, solo aumenta el malestar, no genera ningún cambio ni beneficio. Las veces que me escucho (y de algún modo me veo) quejosa al dope, me parezco horrible, me sueno mal, avinagrada, opacada, no me gusta nada. En todo caso habría que dosificar l queja y usarla solo cuando valga la pena.

    Oiga, eso que dijo acerca de que el dolor... hoy está afilada usted, eh.
    Le mando un cariño.

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  2. Es interesante lo que plantea. Fui a buscar una imagen en google y escribí en el buscador "mujer quejosa" o algo parecido. Para mi sorpresa aparecieron fotos atroces.

    Lo del dolor no es mío, ojalá fuese generadora de tanta brillantez. Es un concepto que vengo leyendo desde hace muchos años y ya incorporé como propio, como suele suceder con lo que sabemos que es verdad. Como decía el cartero de Neruda, la poesía es de quien la necesita. :-)

    Otro a ud.

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